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La fatiga mental no produce un aumento de la fatiga central durante un posterior ejercicio de resistencia

02-03-2015  ¦  Biolaster

Dentro de la ciencia de la fisiología y del deporte no cabe duda de que los esfuerzos por conocer los factores que limitan el rendimiento humano así como las estrategias que lo puedan hacer mejorar, son el centro de numerosas e importantes investigaciones.

La fatiga mental no produce un aumento de la fatiga central durante un posterior ejercicio de resistencia



Paulatinamente, en los últimos tiempos están cobrando mayor peso, teorías que atribuyen a nuestra mente la capacidad de poner límites a nuestro rendimiento por encima de otros procesos fisiológicos.

Son varios los modelos los que se han planteado para intentar explicar el papel de nuestra mente en la regulación de estos procesos.

La fatiga central, a menudo erróneamente calificada como fatiga mental, es el tipo de fatiga causada por cambios en la función del sistema nervioso central que no pueden ser explicados por la disfunción del músculo. Estaría provocada por el ejercicio prolongado y los cambios neuroquímicos en el cerebro asociados a ella - Principalmente de la serotonina (5HT) y dopamina. La fatiga del sistema nervioso central juega un papel importante en los deportes de resistencia, y también destaca la importancia de una nutrición adecuada en los atletas de resistencia.

La fatiga mental puede afectar a las personas a corto y largo plazo. El resultado de un exceso de actividad del cerebro provoca una condición en la que las células del cerebro se agotan - al igual que hace nuestro cuerpo tras realizar una actividad física.

La fatiga mental puede ser causada por un esfuerzo mental continuo y por la atención en una tarea en particular, así como por altos niveles de estrés o emociónales. Básicamente, cualquier proceso mental que entra en sobrecarga puede provocar este trastorno.

Se ha demostrado que la fatiga mental provocada por la autorregulación prolongada aumenta la percepción del esfuerzo y reduce el rendimiento durante un posterior ejercicio de resistencia. Sin embargo, los mecanismos fisiológicos subyacentes a estos efectos negativos de la fatiga mental no son claros.

El objetivo principal de un interesante y reciente estudio llevado a cabo por investigadores de universidades de Francia y Reino Unido (entre los cuales se encuentra Marcora) fue probar la hipótesis de que la fatiga mental agrava la fatiga central provocada por el ejercicio de resistencia para todo el cuerpo La fatiga mental que se desarrolla durante el ejercicio prolongado y se atribuye al deterioro de la función del sistema nervioso central; la fatiga central puede correlacionarse con una acumulación de triptófano, causando la somnolencia y la fatiga mental.

En el estudio participaron 12 sujetos que realizaron en un orden aleatorio una tarea cognitiva incongruente (para inducir una condición de fatiga mental) u otra tarea cognitiva congruente (condición de control) durante 30 min.

A ambas tareas cognitivas les siguió una prueba de resistencia que implicaba a todo el cuerpo y que constaba de 6 min de ejercicio en bicicleta al 80% de la potencia máxima previamente obtenida durante un test progresivo preliminar. Se evaluó la función neuromuscular de los extensores de la rodilla antes y después de ambas tareas cognitivas y después del ejercicio de resistencia.

El índice del esfuerzo percibido se midió durante el ejercicio de resistencia. Ninguna de las Tareas cognitivas produjeron disminución alguna en el par (torque) de contracción voluntaria máxima.

Durante el ejercicio de resistencia, los sujetos mentalmente fatigados mostraron un mayor índice de percepción de la fatiga (grupo fatiga mental 13,9 Vs grupo control 13,3). El ejercicio de resistencia produjo una disminución similar en el par (torque) (grupo fatiga mental -17% Vs grupo control -15%), así como en el nivel de activación voluntaria máxima (grupo fatiga mental -6% vs grupo control -6%) y en la contracción en reposo (grupo fatiga mental -30% vs grupo control de -32%) en ambas condiciones.

Estos resultados rechazan la hipótesis y confirman hallazgos anteriores de que la fatiga mental no reduce la capacidad del sistema nervioso central para reclutar a los músculos activos.

El efecto negativo de la fatiga mental en la percepción de esfuerzo no refleja un mayor desarrollo de la fatiga, ya sea central o periférica.

En consecuencia, los sujetos mentalmente fatigados todavía son capaces de realizar un ejercicio máximo, pero experimentan un rendimiento alterado durante el ejercicio submáximo debido a una percepción del esfuerzo más alta de lo normal.

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