Efectos de la Fatiga sobre la Mecanica de Carrera Asociados con un Riesgo de Fractura de la Tibia por Estrés
28-06-2013 ¦ Biolaster
Las fracturas por estrés en los corredores son lesiones producidas por el impacto repetitivo, y ocurren más frecuentemente en la tibia y metatarsos. Un dolor localizado sobre una superficie ósea que esté relacionado con un incremento de la actividad física es una señal para el diagnostico de una fractura por estrés. Sin embargo, esta puede no ser diagnosticada correctamente.

Es común observar en los corredores una marcada participación del sistema osteomuscular. Este fenómeno ha determinado la aparición de diversas lesiones en los músculos, tendones y huesos. Sin embargo, es en esta última área donde queremos centrarnos a raíz de las fracturas por estrés, las que se presentan como consecuencia de la sobrecarga determinada por la actividad deportiva, y su sintomatología puede asemejarse a un problema músculo-tendinoso, por lo que a veces puede no ser diagnosticada correctamente.
En términos sencillos, una fractura por estrés es una falta de continuidad en el tejido óseo, grieta muy delgada que se puede producir en los huesos después de un uso repetido o prolongado, y entre los maratonianos o corredores, el sitio más común donde se produce es en la tibia.
El propósito de un reciente estudio llevado a cabo por investigadores del Reino Unido ha sido el de investigar los efectos agudos de la fatiga progresiva en los parámetros de la mecánica de carrera previamente asociados con el riesgo de fractura de la tibia por Estrés.
En este estudio han participado 21 corredores de resistencia entrenados a los que se les realizó un estudio cinético y cinemático durante 3 tests (previo, intermedio y posterior) que consistían en 6 pruebas de carrera sobre el firme a una velocidad de 4m/sg.
Los Datos cinemáticos y cinéticos fueron recogidos durante cada ensayo mediante un sistema de captura de movimiento compuesto por 12 camaras, una plataforma de fuerza, y la colocación de acelerómetros en cabeza y piernas.
Entre las pruebas, cada corredor corría en un tapiz rodante durante 20 minutos a la velocidad correspondiente a su umbral de lactato correspondiente. Además, también se registraron los niveles de esfuerzo percibido en el tercer y último minuto de cada carrera en cinta.
Las puntuaciones del nivel de esfuerzo percibido aumentaron de 11,8 a 14,4 al final de la primera carrera al umbral del lactato y 17,4 al final de la segunda carrera al umbral.
Los índices de eversión máxima del retropié, de la aceleración axial máxima de la cabeza, del momento libre máximo y de la carga de la fuerza vertical aumentaron de forma moderada-elevada durante la progresión entre las pruebas previas y posteriores, aunque el máximo impacto vertical y el pico de aceleración axial de la tibia no se vieron afectados significativamente por las series a alta intensidad.
Las conclusiones extraídas de este estudio son que los factores de riesgo identificados previamente para contraer lesiones relacionadas con el impacto (como la fractura de la tibia por estrés) se modifican con la fatiga.
Dado que la fatiga se asocia con una reducción de la tolerancia al impacto, estos resultados confirman la importancia de estas medidas para identificar a los individuos con mayor riesgo de lesionarse por la carga producida por el impacto en las extremidades inferiores durante la carrera
Si eres suscriptor de Biolaster y estás interesado en recibir el artículo completo de CLANSEY, HANLON, WALLACE y LAKE " Effects of Fatigue on Running Mechanics Associated with Tibial Stress Fracture Risk " escríbenos solicitándolo aquí.
Puedes seguir estas Noticias y otras que no aparecen en el Boletín, a través de la cuenta de Biolaster en Twitter