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¿Se puede bajar la tensión arterial sin medicamentos?

19-10-2022  ¦  Biolaster

Un reciente estudio refleja que se puede bajar en poco tiempo y de manera sencilla la tensión arterial entrenando la musculatura inspiratoria.

¿Se puede bajar la tensión arterial sin medicamentos?

Las publicaciones científicas señalan que se puede bajar la tensión arterial mediante el entrenamiento diario de la musculatura respiratoria, así como mediante ejercicios de actividad física.

A la tensión arterial también se le llama el “asesino silencioso”, pues no presenta síntomas, pero está en relación con la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular, estando ambas entre las principales causas de muerte en los EEUU.

Y conformando el principal factor de riesgo de mortalidad mundial llegando casi al 20% de los fallecimientos mundiales.

En España 14 millones de personas padecen hipertensión, de las cuales 10 millones no están controladas y 4 millones no están diagnosticadas.

Un sencillo método

La literatura científica, documenta que se puede hacer mucho para bajar la tensión arterial, de manera sencilla, en poco tiempo y sin necesidad de medicamentos: entrenando la musculatura inspiratoria.

La tensión arterial refleja dos valores, alta y baja. La Tensión Arterial Sistólica (TAS) y Diastólica (TAD) respectivamente.

  • TAS: cuando el corazón se contrae y eyecta la sangre al torrente sanguíneo, indica el valor más alto
  • TAD: cuando el corazón se relaja al final de la contracción, indica el valor más bajo.



La tensión arterial depende de la fuerza con la que el corazón bombea la sangre y de la resistencia que imprimen las arterias a la sangre. Una TA inferior a 120/80mmHg se considera normal, mientras que superior o igual a 130/80mmHg se considera alta.

Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista “Journal of Applied Physiology” indica que “fortalecer los musculos que usamos al respirar, reduce la tensión arterial elevada, ayudando en la salud del corazón”. Algo que viene inspirado de antaño en tradiciones como el yoga o la meditación.

En dicho estudio, desarrollado por investigadores de la Universidad de Colorado, Boulder (EEUU) convocó sujetos sanos de entre 18-82 años para una intervención de solo 5 min. con unos dispositivos POWERbreathe, los cuales ofrecen resistencia a la inspiración.

30 respiraciones al día

"Descubrimos que hacer 30 respiraciones por día durante seis semanas reduce la presión arterial sistólica en aproximadamente 9 milímetros de mercurio", reducción similar a la que se puede esperar al hacer ejercicio como andar, correr o ir en bici, según Craighead, autor del estudio.

Este descenso en la tensión arterial es similar al que señalan en estudios de revisión. que se obtiene gracias a muchos medicamentos comunes, en torno a los 9mmHg.

¿Cuánta actividad física se necesita para bajar la tensión?

El Colegio Estadounidense de Cardiología y la Asociación Estadounidense del Corazón recomiendan en un informe actividad física, de intensidad moderada a vigorosa durante sesiones de 40 minutos, de tres a cuatro veces por semana.

Según el estudio que mencionamos, el entrenamiento de la fuerza de los músculos respiratorios, tan solo requiere 5 min. diarios, para obtener reducción en la tensión arterial, frente a los 40 min. realizando ejercicio aeróbico y de resistencia, según la literatura científica.

El Colegio Americano de Medicina Deportiva hace recomendaciones similares de ejercicio. Aumentar el nivel de actividad puede ser tan simple como:

  • Usar las escaleras
  • Caminar en lugar de conducir
  • Hacer las tareas del hogar
  • Jardinería
  • Ir a dar un paseo en bicicleta
  • Jugar un deporte de equipo



En cuanto al trabajo sobre los efectos de la respiración se suma el hecho de que esas seis semanas de entrenamiento de fuerza de los músculos inspiratorios aumentaron la función endotelial en un 45%. Un beneficio adicional teniendo en cuenta el papel de las células endoteliales, que recubren nuestros vasos sanguíneos y promueven la producción de óxido nítrico, un compuesto clave que protege el corazón.

*Artículo inspirado en la publicación de Alimente+Salud, El Confidencial