Cambio en el poder

Cualquier hipótesis necesita tiempo y pruebas suficientes e irrefutables para convertirse en teoría, pero vistas las dos clásicas del pavés que se han disputado durante el pasado fin de semana, y la vueltas y carreras que se han celebrado en el mes que acaba de finalizar, me atrevería a adelantar que estamos ante un cambio claro de poder en el panorama ciclista. Diría que lo que ha venido siendo hasta ahora el Quick-Step en las clásicas del pavés lo será el Jumbo-Visma, y que la superioridad que ha ejercido el Sky o el Ineos en el pasado, lo podrá reproducir con su estilo propio el UAE de Tadej Pogacar. 

El guión de la Omloop Het Nieuwsblad y la Kuurne-Bruselas-Kuurne estuvo totalmente a merced del Jumbo-Visma. Sobre todo la primera. Hicieron y deshicieron la carrera a su antojo, gusto y necesidad. Tuvieron la capacidad de controlar el pelotón atacando y defendiendo, manteniendo siempre un control absoluto sobre los peligros que se podrían presentar y moviendo los peones en base a su rango y categoría. Affini, Teunissen y Van Hooydonck hicieron todo el trabajo sucio antes de llegar a los kilometros determinantes y allí entró en juego Benoot, un comodín que puede desempeñar un papel muy decisivo en muchas carreras ofreciéndole a Van Aert unas ventajas que hasta ahora carecía. 

Ante ésta exhibición de estrategia y poderío, el Quick-Step estuvo absolutamente minimizado, con el único trabajo de tapar agujeros, solucionar problemas y correr siempre a contra pié, algo que no agrada en absoluto a Patrick Lefevere porque lo considera contra natura y tras la carrera mantuvo una reunión muy seria con los corredores a los que trasladó su malestar sin ninguna contemplación.

Se podría pensar que al día siguiente solucionaron parte del problema con la victoria de Fabio Jakobsen, pero personalmente no iría tan lejos porque el esprinter se las tuvo que ingeniar en solitario para lograr su quinto triunfo en lo que va de campaña. En la carrera en sí, sin tanto brío como la víspera, pero la orquesta estuvo dirigida por el Jumbo-Visma, que sin la presión de la victoria se mostró muy juguetón con, de nuevo, Benoot, y el francés Laporte, que a punto estuvo de ganar en su debut con el equipo y en la temporada. 

Con Van Aert de arquitecto y el grupo de obreros que tiene perfectamente conjuntados actualmente el equipo neerlandés, está claro que están listos para crear obras que estén a la altura de los monumentos. 

En lo que se refiere a las vueltas, en lo poco que llevamos de temporada ha quedado claro que el UAE es un equipo mucho más armado que en el pasado, que ciertamente no podía disimular algunas deficiencias importantes. Entre los fichajes que han hecho, la progresión de jóvenes valores, algún diamante que ya ha comenzado a brillar, y, sobre todo la inquebrantable fortaleza que demuestra el líder absoluto del equipo, se presupone que no será nada  fácil meter mano al equipo de los emiratos. Pogacar, sin exhibiciones, sigue sin mostrar ninguna fisura ni física ni psicológica y se muestra cada vez más convencido en un papel que desempeña de forma muy natural. McNulty, está pidiendo a gritos y con exhibiciones un papel más importante en vueltas de una semana antes de someterse a su líder en las grandes.

El desparpajo de Ayuso en la Drome Classic, en la que corrió como en juveniles (no como un juvenil), atacando en cada puerto sin el más mínimo miramiento por los corredores que tenía alrededor (Alaphilippe, Vingegaard, Roglic etc..), demuestra que se trata de un ciclista que amontona una cantidad de cualidades que en cuanto los ponga en orden, estará dispuesto a medirse a cualquiera codo con codo. Si a todo eso, añadimos, a Almeida (quinto en el UAE), a un rejuvenecido Majka (séptimo), a Covi, que ha dado un salto de calidad considerable, y a otros cuantos que aún no han dado lo mejor de sí (Hirschi y Soler), estamos, junto con el Jumbo-Visma, seguramente ante la nueva referencia para las vueltas.