Bob Stapleton, el actual manager del Columbia-High Road, fue un hombre de tremendo éxito en los negocios de las telecomunicaciones, un área muy competitiva dentro del mundo empresarial. Además de ser un apasionado del ciclismo, su llegada al mismo se produjo por la venta de unas licencias de telecomunicaciones en Estados Unidos al Telekom alemán. Comenzó con la gestión del equipo femenino y logró muchos éxitos. Pasó más tarde a hacerse cargo del equipo masculino y tras los sonados casos de dopage del mismo y el abandono de la empresa alemana se lanzó en solitario, sin ningún tipo de sponsor (con el nombre de High Road), a la aventura.
Implantó un sistema interior de detección de productos dopantes, incrementó por iniciativa propia el número de controles antidopaje, fichó a los corredores que, además de admitir un estricto régimen interno, tuvieran un futuro prometedor, y vistos los resultados no se ha equivocado.
Actualmente muchos de los talentos del futuro están a su mando. Empezando desde Mark Cavendish, pasando por Boasson, brillante en las últimas etapas del Giro, Markus Burghard (muy buen clasicómano), Kim Kirchen, Thomas Lovkvist y Tony Martin.
Los datos avalan el acierto de Bob Stapleton tanto en la filosofía del equipo así como en la elección de los corredores. Llevan dos etapas seguidas en este Giro y hoy domingo puede ser el día de Mark Cavendish.
Y en el acierto a la hora de elegir corredores, en qué se basa? Ya empieza a funcionar el ciclismo como el fútbol en el sentido de tener ojeadores que van viendo todo lo que se mueve en categorías inferiores?