Está claro que el comportamiento es el espejo de la personalidad, y para saber como es un corredor no hay más que fijarse en sus detalles. Alberto Contador siempre ha sido un corredor ganador, un ciclista que esté bien o regular (nunca está mal), está capacitado para disputar casi todas las pruebas en las que participa, y es su costumbre hacerlo.
La Vuelta a Castilla-León no es una excepción. Ha ganado la carrera en tres ocasiones, pero según lo visto hoy quiere hacerlo por cuarta vez. No es que se haya disputado la etapa clave para decidir la general, que eso ocurrirá el viernes y el sábado, con la llegada a la Laguna de los Peces y la crono de Zamora, sólo se ha disputado una etapa que ha finalizado al esprint, ha ganado Fran Ventoso (Movistar) y nada ha decidido en la general, pero hay que ver como está metido en carrera el ciclista de Pinto.
Sin venir casi a cuento su equipo ha sido uno de los primeros en tirar para que la escapada formada por siete modestos no supusiera ningún peligro. Y una vez atrapados, ha estado en cabeza de pelotón respondiendo a algún ataque que parecía peligroso, más que por el protagonista por lo que pudiera causar.
Hoy se han visto dos cosas. Una que la concentración llevada a cabo en Sierra Nevada le ha venido de perlas. Y otra, que está totalmente concentrado en una carrera que si no ocurre nada extraño la ganará de calle
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