Dejadez

Lars Bak (Lotto-Belisol) ha ganado con todo merecimiento una etapa que ha estado marcada por la dejadez del Katusha. Han tirado el maillot rosa pero el Liquigas les ha hecho recogerlo porque Joaquím Rodríguez si con él.

El triunfo de Bak ha sido precioso, porque ha conjugado sufrimiento (en los puertos), fuerza (cuando se ha ido en solitario) y estrategia (al atacar en uno de los parones que se ha producido en cabeza). Pocos equipos no italianos han aportado tanto a la carrera italiana en las dos últimas ediciones. El año pasado ganaron una etapa con Bart De Clerq, y antes y después de ese importante logro fueron el perejil de todas las salsas, sobre todo con Jan Bakelands, que por cierto se ha metido en la escapada pero ahora corre en el RadioShack.

Este año siguen igual, con la misma filosofía. No tienen a Philippe Gilbert, y tampoco anda muy afinado Andre Greipel, pero la mayoría de los corredores del equipo ya se han dejado notar en este Giro. Están en todas las escapadas, tanto en las de salida como en las que se producen una vez atrapadas a éstas. Sin duda, ha sido una victoria muy merecida.

La mayoría de los halagos de la etapa son para Bak y sus compañeros de fuga, porque el pelotón apenas ha hecho nada. No entiendo la actitud del Katusha. Han tirado el maillot rosa, y la situación no está para regalos baratos. Katusha fue el año pasado el equipo con más presupuesto del pelotón, pero en el palmarés fue de los más pobres. Este año las cosas van mejor, pero no creo que pueden menospreciar de esa forma un maillot de líder. Ya sé cual es la excusa, no desgastar al equipo. Pero, ¿qué desgaste si en la etapa de hoy con poner al tran-tran a Ignatiev y Brutt estaba todo solucionado como se ha visto hasta que han abandonado por completo sus responsabilidades? La etapa de mañana la controlarán los equipos con espriters y cuando llegue la montaña, en los momentos decisivos será el Liquigas, como hoy, quien ponga orden. Veréis.

No creo que en las etapas venideras el Katusha tenga que tirar a muerte a por los adversarios de Joaquím Rodríguez. Los corredores que se metan en las escapadas serán aquellos que están lejos en la general y no supondrán mucho problema para el líder. Y llegados los últimos puertos, serán Szmyd, Capecchi, Agnoli y compañía quienes tomarán las riendas para intentar favorecer al más fuerte, que en su opinión es Ivan Basso, su líder, por supuesto.
El Katusha hoy ha tirado el maillot rosa, algún día a lo mejor se arrepiente de no tenerlo.

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