Evenepoel salda una deuda histórica

Bélgica ya descansa tranquila, en esta Vuelta a España ha saldado una deuda histórica que muchos de sus seguidores más veteranos ya habían asimilado que jamás podrían satisfacer. Habían aceptado con resignación que no volverían ver ganar a un compatriota suyo una vuelta de tres semanas. Han sido más de cuatro décadas de espera, de esperanza, de ilusiones siempre  frustradas, demasiados desengaños para volver a soñar con tiempos ya demasiado lejanos. Hace 46 años que ningún ciclista belga gana el Tour de Francia, el último en hacerlo fue el escalador Lucien Van Impe en 1976. Hacía 45 años que no ganaban la Vuelta a España (Freddy Maertens, 1977) y también siguen sumando más de 40 años, 44 en concreto, que no ganan el Giro de Italia ( Johan De Muynck, 1978). Lo único que les ha salvado de la depresión ha sido la fuente inagotable de clasicómanos que emanan en todos los rincones del país, pero sobre todo en Flandes.

Pero de repente, y de casualidad, como ocurre en muchas ocasiones, ha salido un ciclista que iba para futbolista, Remco Evenepoel, que además de liquidar un déficit demasiado pesado, ha abierto la puerta del optimismo para que Bélgica vuelva a ser un país capaz de abarcar cualquier tipo de objetivo con garantías de victoria. Ha sido un hito histórico que marcará un antes y un después para un país que sigue el ciclismo como ningún otro. 

Según declaraciones del propio corredor Evenepoel tiene claro que encaminará su carrera deportiva a las vueltas grandes. Cuando dice eso está claro que está pensando ya en el Tour de Francia e incluso en un momento tan eufórico como es el podium de Madrid, no pudo prometer que el año que viene vaya a estar en el punto de partida. Un corredor tan ambicioso y tan determinado como él, tiene que aspirar a lo máximo, y el triunfo en la Vuelta a España le otorga todo el derecho a intentarlo. Otra cosa será que lo pueda lograr aunque parece que para el ciclista del Quick-Step no hay nada imposible y es capaz de llevar a cabo todo aquello que se propone por difícil que sea y pese al sacrificio que le pueda exigir. Hasta sus padres han declarado que puede llegar a estar al borde de actitudes maníacas por lograr aquello que pretende. 

Evidentemente la Vuelta a España no es el Giro de Italia ni el Tour de Francia. Cada carrera tiene,  sus peculiaridades, su forma de correr, su meteorología, su recorrido y sobre todo su nivel deportivo. Hay muchísimos corredores que han ganado en España o en Italia, pero jamás lo han podido hacer en Francia. Todos los datos objetivos que existen hoy en día para medir el rendimiento pueden ofrecer datos interesantes para pronosticar, más o menos, las garantías con las que se cuentan y en el caso que nos ocupa apuntan al optimismo.

Según su entrenador, Koen Pelgrim, los mejores datos de rendimiento que ha desarrollado el ganador final en la Vuelta a España fueron en Pico Jano y en les Praeres donde aventajó en 1’22’’ y 52’’ respectivamente a todo un Roglic, que no es mal termómetro. Más otros 48’’ en la crono. Pero este ejercicio de aproximación de lo que podría deparar el futuro, tampoco puede obviar que Roglic tampoco estaba en su mejor momento y aún así fue capaz de provocar algunas dudas en el entorno de Evenepoel (lo ha reconocido Pelgrim) en la etapa de la Sierra de la Pandera. Lo dijimos en el anterior análisis y el equipo ha reconocido que en las dos etapas de montaña de Andalucía, Evenepoel, pese a correr a la defensiva, fue exageradamente voluntarioso en dar la cara y ofrecer a sus adversarios el escenario ideal para intentar desbancarle. 

Pelgrim, advierte que en puertos como el de Sierra Nevada que se suben a una velocidad superior a 25 km/h puede haber una diferencia de unos 12-15 watios entre ir tirando o ir a rueda y que al mostrar esas diferencias a Evenepoel éste se quedó deslumbrado por la ingente cantidad de energía que malgastó (así lo dice su entrenador) ese día. Ese debería ser uno de los puntos de mejora de Remco, saber correr mejor, aprender a ahorrar energía allá donde pueda, utilizarla donde es estrictamente imprescindible y no correr como si fuera un juego de la Play en la que puedes volver al punto de partida sin daño alguno. 

Los errores en el Tour de Francia se pagan mucho más caros que en cualquier otra carrera, y si no que se lo pregunte a Pogacar, que ya está ansioso por disputar la carrera francesa con el belga en liza, algo que yo no descartaría que vaya a ocurrir el próximo año. Dijo Patrick Lefevere que si la decisión fuera exclusivamente suya, aún esperaría algún año más, pero como ese tipo de decisiones la toman entre todo el staff técnico no puede descartar que no vaya a estar en la salida del próximo Tour de Francia.  Si le preguntan al corredor, creo que responderá con un rotundo sí, porque Evenepoel quiere conseguir todo y lo quiere hacer rápido, como toda su carrera. 

Pero además de aprender a correr de forma más inteligente y mejorar lo que pueda en las subidas (creo que Vingegaard y Pogacar son, aún, algo superiores), Evenepoel necesitará de las cronos para poder aspirar al primer puesto del Tour de Francia o del Giro de Italia, que aunque no será desvelado hasta Noviembre ya se ha adelantado que tendrá tres etapas contra el crono, algo básico para que el belga tome una decisión definitiva. ¿Contra atacará ahora el Tour de Francia con un recorrido con más kilómetros en la lucha individual para tener al ciclista que más expectativas levanta de cara al futuro? Hagan lo que hagan sería un auténtico lujo contar con Vingegaard, Pogacar y Evenepoel en la salida de Bilbao. 

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