Un pasito palante

Nada más dar comienzo la Vuelta a España, con apenas tres etapas disputadas, Primoz Roglic ya ha dado dos pasitos para volver a ganar la carrera, hecho que le igualaría a Alberto Contador y Tony Rominger como vencedores de tres ediciones consecutivas y le acercaría a las cuatro absolutas de Roberto Heras. 

El primer paso lo dio en la crono, algo esperado por todo un reciente Campeón Olímpico. Era lo lógico y no sorprendió a nadie, ni la victoria ni las diferencias que logró con respecto al resto de favoritos, alguno, como en el caso de Mikel Landa, con un retraso de 5,4 segundos por kilómetro, un problema grave cuando la distancia sea más larga.

El otro paso, y no menos importante, se dio en el primer final en alto, el Picón Blanco, un puerto que en la Vuelta a Burgos ha solido dejar diferencias considerables, pero que no fue el caso en su estreno en la Vuelta a España. El pasito vino dado por el planteamiento que hicieron los dos equipos, a priori, más fuertes del pelotón: el Ineos y el Bahrain, que no parecen dispuestos a aprovechar la fortaleza grupal para, al menos, intentar perturbar al siempre gélido Primoz Roglic, el favorito principal si la lucha se concreta en el cara a cara. Los dos equipos parece decantarse por una estrategia muy similar, unos por obligación y otros por decisión. 

El Ineos creo que puede dar por perdido a Richard Carapaz, algo desgastado tras la disputa del Tour de Francia y las obligaciones y el festejo del título Olímpico. Por tanto, como mucho podrá jugar las bazas de Bernal y Adam Yates, que en la subida al Picón Blanco se vio libre de obligaciones menores. 

El Bahrain, por su parte, ha decidido jugar al control y remate que tan buenos resultados da cuando cuentas con el hombre ideal, pero que puede ser nefasto si falla ésa única apuesta. A las primeras de cambio se vio como Padun, Haig, Caruso o Poels se centrarán exclusivamente en endurecer la carrera para que, en el caso que pueda, Mikel Landa pueda rematar la faena. Evidentemente que se puede ganar de esa forma, pero creo que en esa lucha directa Roglic se sentirá más cómodo que en una avalancha de ataques porque la ecuación es tan sencilla como tener el mismo poder físico que tu oponente. En cambio, si intentaran modificar ese guión y lanzarán ofensivas con los corredores mencionados, podrían, cuando menos, incomodar al defensor del título y de ese alboroto podría surgir una ocasión más propicia para desbancarlo. Si no le plantean emboscadas desde lejos, creo que Roglic saldrá beneficiado. 

Sería ingenuo pensar que actuando de esa forma el éxito está garantizado, por supuesto que no, pero se trata de hacer uso de un arma que tu principal adversario no posee, porque está claro que el Jumbo-Visma no está en condiciones de pasar ningún rodillo. 

Decía Purito Rodríguez que el corredor más incómodo al que se ha enfrentado era Alberto Contador, porque jamás sabías como iba a actuar: si atacaría de cerca, de lejos, con el equipo, en escapadas… era incontrolable, declaraba, y esa inquietud le suponía un desgaste que en el caso de la Vuelta a España del 2012 le hizo perder la carrera en aquella maravillosa etapa con final en Fuente De. Creo que Purito Rodriguez era más fuerte en el cara a cara en aquella ocasión, pero Contador aprovechó otros factores para desbancar al más fuerte e imponerse de forma imprevista. Cierto que se tienen que dar unas cuentas circunstancias a la vez y en favor y en contra de los diferentes protagonistas, pero el Bahrain tiene poder para plantear ese tipo de juego. Si no lo hacen, creo que habrán perdido una oportunidad.