Unos días de fiesta nunca vienen mal. Pero los ciclistas no pueden dejar de pedalear. El camino continúa y la bicicleta no puede estar aparcada.
Cuando yo regrese a estas lineas, será nuevo año, 2009. Espero y deseo un gran año a todos, lleno de salud y felicidad. Deportivamente, un año que nos haga crecer, que coloque al ciclismo en el lugar que ocupaba y con el apoyo del gran público que siempre ha tenido.
Al público, sobre todo a todos vosotros (lectores), gracias por confiar en nosotros.
Con mis mejores deseos.
Felices campanadas, y mejor año.