El Tour está transcurriendo a golpes. Golpes contra el suelo en la primera semana que han provocado que cierto número de ciclistas,- alguno, incluso, que optaban con serias aspiraciones para la general-, se hayan tenido que ir a casa. Otros golpes han sido quizás más duros. El de Lance Armstrong por ejemplo, que pese a tener una mejor preparación y estar más fino, no está rindiendo al nivel que se le esperaba. O el de Cadel Evans, que parece destinado al fracaso cada vez que se encuentra a las puertas de realizar algo muy sonado en una gran vuelta. O los golpes que se están dando Alberto Contador y Andy Shleck cada vez que asoman los grandes puertos.
El debate entre los dos sigue abierto. Parecía que los Pirineos se iban a decantar en favor del español, dado que en Mende, una cuesta empinada pero de tan solo 3 kilómetros, hizo hincar la rodilla al líder, que recibió sobre todo un golpe psicológico. Pero la primera etapa no ha hecho más que incrementar las dudas sobre los dos. La diferencia entre ambos, parece mínima, incluso más pequeña que los 31 segundos que les separan en la general.
Si Alberto Contador hubiera estado tan fuerte como él mismo esperaba, su actitud hubiera sido muy diferente. Primero, creo que hubiera atacado mucho más temprano. Lo debía haber hecho una vez que Vinokourov no podía mantener el infernal ritmo que había hecho descolgarse a los más flojos. Segundo, de haber estado como el año pasado, hubiera atacado sin cesar y con ataques más largos a Andy Schleck, que es la única forma de descolgarlo. Pero nada de eso ha ocurrido. El primer ataque ha sido serio, pero Schleck no se ha despegado ni un centímetro de Contador. El segundo y el tercero no han tenido gas, han sido sin confianza. Seguro que Alberto temía un contra ataque del líder que lo pudiera descolgar como lo hizo en Morzine-Avoriaz. No ha ocurrido porque Andy tampoco anda sobrado. Si lo estuviera hubiera rematado la faena, pero no ha podido. Ni el uno ni el otro. Se tienen miedo. De ahí que se han enzarzado en un marcaje excesivo que no tiene lógica. De haber tirado los dos, como lo hicieron en la Madeleinne, seguramente se hubieran disputado la victoria de etapa y además, hubieran aventajado en más tiempo a los que luchan por el podium.
Visto lo visto, la sentencia debe llegar en el Tourmalet, que podría recibir el merecido homenaje por su 100 cumpleaños en la carrera.
Aupa Xabier
Me gustaría conocer una idea que me ronda desde hace unos años…Creo que el nivel medio del ciclismo ha descendido estos últimos años. Quizás hemos asistido a unos años aburridos, donde todo era más predecible, con grandes equipos arrollando: US postal, Petacchi y su maquinaria fasso Bortolo, antes más la Gewiss, ONCE…
Contador es el mejor, pero aún con todo, creo que no podìa ser de otro modo…PEREIRO, LANDIS, SASTRE…no me parece que sean corredores con los que el TOUR pueda presumir de campeones. Han sido buenos, pero no grandes campeones.
Mila esker por tu labor en favor del ciclismo. POr tu sabiduría en tus comentarios y mila esker por mejorar mi Euskera, una y mil veces más.