Cinco kilómetros han bastado para dejar las cosas en su sitio. Alberto Contador no tiene rival. Es el mejor con diferencia. Ni está en plena forma ni debe estarlo, pero su superioridad ha sido manifiesta camino de Vallnord, la etapa más importante de la Volta a Catalunya. De acuerdo que muchos de sus rivales hoy tampoco están en su mejor momento, pero cuando lo estén también lo estará el madrileño y también será superior. No lo duden. Es el corredor con más clase del pelotón. La naturaleza no ha tenido reparos para dotarlo como nadie.
Un poco de tranquilidad y unos pocos entrenamientos de calidad han sido suficientes para que Contador reclame en la carretera lo que nadie debe impedir en los despachos: le deben dejar correr, nada ha hecho para que se lo prohíban. Así lo demostró en el recurso que presentó ante la Federación Española de Ciclismo, y así lo demuestran otros dos casos que han sido absueltos por valores anormales de Clembuterol, el del biker holandés Rudi Van Houts y el danés Philippe Nielsen.
La contundencia de sus pruebas para que le absuelvan definitivamente tiene la misma firmeza que la energía que ha demostrado hoy para destruir a sus rivales. Lo han querido impedir, pero no han podido. La UCI no tiene otro destino.
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