Sin ciclistas no hay negocio

Seguramente sea por esa obsesión mía de ver al ciclismo enderezar definitivamente su rumbo y gozar de la salud que merece. Y, quizás por ello aprovecho cualquier oportunidad, por mínima que esta sea, para reforzar las ideas que creo adecuadas para tal fin. El lunes día 23 una noticia de golf relacionada con “Tiger Woods”:/blogs/wp-content/uploads/sites/2/doc/Woods me ha ofrecido la excusa ideal para defender la importancia de los ciclistas, único colectivo realmente imprescindible en el mundo del ciclismo. Si este colectivo, o en su defecto los equipos, fueran un grupo bien avenido y consciente de su verdadera importancia, este deporte sufriría el cambio que en sus bases defiende el Pro Tour (otra cosa es la ejecución de ese proyecto, que por la oposición de los organizadores y la falta de acuerdo entre los equipos, no se realiza como se debería). Porque como demuestra el artículo de El País, los aficionados no siguen un evento por el evento en sí, sino porque allí concurren los mejores deportistas de una determinada especialidad. Así, el Tour no sería lo mismo sin sus principales estrellas. No atraería ni tanta gente ni tantos patrocinadores, y por tanto con una auténtica unión de los ciclistas o equipos, los organizadores se tendrían que avenir a negociar una formula más racional en sus ganancias, que es lo yace, entre otras cosas, en las bases del Pro-Tour.

Sin embargo, hay directores y ciclistas, que ni lo ven de esa forma, o si lo ven no creen en él o no están dispuestos a un verdadero esfuerzo por el bien del colectivo. Y, así les luce el pelo.

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