La obesidad y la hipoxia

Nadie duda hoy en día de que la obesidad es un importante problema de salud en el mundo desarrollado. Según algunas estimaciones recientes de la Organización Mundial de la Salud, más de 1.900 millones de adultos (el 39% de más de 18 años) tenían sobrepeso en 2014 y más de 600 millones podrían calificarse como obesos (13%).

Es bien sabido que la obesidad es un factor de riesgo relacionado con muchas enfermedades causantes de millones de muertes cada año en todo el mundo.

Imagen que acompaña al texto hipoxia y obesidad

Son cada vez más numerosas las investigaciones que se están llevando a cabo para intentar comprender y valorar los efectos de la hipoxia en el campo de la salud y más concretamente en relación con el sobrepeso/obesidad y sus posibles aplicaciones en su tratamiento.

La residencia a gran altitud se ha asociado con menores tasas de obesidad probablemente debido a las condiciones de hipoxia.

La relación entre la exposición a la hipoxia a corto, medio y largo plazo y el mantenimiento del peso corporal ha sido previamente investigada, pero los mecanismos por los que la hipoxia podría inducir cambios en el peso corporal aún no han sido completamente entendidos. En altitud hay un aumento en la tasa metabólica basal, también se ha observado un aumento en los niveles de leptina, lo que lleva a un menor consumo de energía debido a la falta de apetito. Esto da lugar a un balance energético negativo que puede conducir a la pérdida de peso

Ante esta hipótesis, se han realizado algunos estudios epidemiológicos que  observaron que la prevalencia de la obesidad estaba inversamente asociada con la elevación de las urbanizaciones. Incluso se ha podido encontrar una menor tasa de obesidad durante la residencia temporal a gran altitud.

Hoy nos hacemos eco de un interesante estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Navarra que ha tratado de evaluar la asociación entre la altitud del lugar de residencia  y la incidencia en el sobrepeso/obesidad.

En el contexto del desarrollo de la obesidad, los factores obesogenicos ambientales tales como la exposición a los policlorobifenilos (PCB) podrían ser modificables. En este contexto de los efectos ambientales sobre el aumento de peso, la altitud también se ha postulado como un factor potencial para prevenir la obesidad.

Imagen que acompaña al texto hipoxia y obesidad

A pesar de ello, existen discrepancias en los resultados y no está claro si la hipoxia sería un desencadenante de la reducción de peso o no.

En este análisis se incluyeron 9.365 universitarios españoles sin sobrepeso/obesidad al inicio del estudio. En el cuestionario inicial, los participantes informaron acerca de su código postal y el tiempo que habían estado viviendo en su ciudad/pueblo. A cada lugar se asignó la altitud de cada código postal de acuerdo con los datos del Instituto Cartográfico Nacional y  en base a esos datos se clasificaron los participantes

Durante los 10 años que duró el seguimiento, se identificaron 2156 casos de incidencia de sobrepeso/obesidad. Después de ajustar el sexo, la edad, el tiempo de residencia en la ciudad actual, el índice de masa corporal de referencia, la actividad física, el sedentarismo y los años de educación, los participantes que habitaron lugares de mayor altitud (+ de 456m de altitud) mostraron una reducción estadísticamente significativa del 14% en el riesgo de desarrollar sobrepeso/obesidad en comparación con los participantes que habitaron por debajo de los 124m de altitud

La conclusión a la que llegan los investigadores del estudio es que vivir en lugares de mayor altitud se asocia inversamente con el riesgo de desarrollar sobrepeso/obesidad

Este es el primer estudio realizado en una población humana de vida libre (en un entorno no experimental) viviendo en altitudes modestas con el objetivo de evaluar prospectivamente la asociación entre altitudes y la ganancia de peso anual y la incidencia del sobrepeso / obesidad en una población experimental

Los resultados de este estudio concuerdan con resultados de otros estudios previos que atribuyen a la hipoxia una estimulación simpática que estimula la reducción del peso corporal.

Esta pérdida de peso se puede ver acentuada por la práctica de ejercicio en condiciones de hipoxia. Una consiguiente mejora de la salud cardiovascular puede facilitar el tratamiento de la obesidad.  Estos factores apuntan a la utilidad de las diferentes modalidades hipóxicas y sistemas de simulación de altitud como estrategias  y métodos válidos y efectivos para combatir la obesidad/sobrepeso además de otros problemas de salud relacionados.

El entrenamiento hipóxico aumenta la actividad de los enzimas glucolíticos, aumentando el número de mitocondrias y de los niveles del transportador de glucosa GLUT-4  así como mejorando la sensibilidad a la insulina.

La hipoxia se nos presenta como un prometedor método para combatir el sobrepeso en muchas personas que encuentran verdaderas dificultades para seguir con eficacia otras terapias o tratamientos.
Fuentes:

Normobaric hypoxia training causes more weight loss than normoxia training after a 4-week residential camp for obese young adults

Association of elevation, urbanization and ambient temperature with obesity prevalence in the United States

Hypobaric hypoxia causes body weight reduction in obese subjects

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